
El día 18 de junio, se realizó el III Seminario de Historia Hospitalaria, evento que desde el año 2023 se realiza en forma conjunta entre la Unidad Patrimonio Cultural de la Salud – MINSA, la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la U. de Chile, y la Sociedad Chilena de Historia de la Medicina.
I
El evento abordó una variedad de temas relacionados con la evolución de la atención médica y las instituciones hospitalarias en diferentes contextos de América Latina y España.
Se presentó la investigación sobre la bomba de Cobalto en Barcelona (1950s-1970s), destacando cómo esta tecnología transformó la atención del cáncer, impulsó la especialización médica y evidenció la compleja relación entre intereses industriales, profesionales y la legitimación de la energía nuclear en el contexto de la Guerra Fría. Se utilizó una metodología de “biografía de objetos científicos” para comprender el impacto de esta tecnología, que también planteó desafíos de radioprotección para pacientes y usuarios. La adquisición de esta costosa tecnología en la España franquista dependió en gran medida de la beneficencia y filantropía, con un papel crucial de los medios de comunicación en fomentar un ambiente favorable a la aplicación pacífica de la energía nuclear.
Desde México, se exploró la historia del Hospital de Juaninos al Hospital Civil de Toluca, mostrando la evolución de un hospital fundado por caridad en el siglo XVII, con condiciones precarias, que luego se trasladó y modernizó para atender a hombres y mujeres por separado, reflejando cambios en la administración y financiamiento.
La arquitectura hospitalaria en Venezuela (1936-1978) fue analizada a través de la sección de arquitectura sanitaria del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social. Este periodo vio un vasto plan de construcción de hospitales con colaboración interdisciplinaria entre médicos, ingenieros y arquitectos, quienes “tropicalizaron” los diseños para adaptarse a las condiciones epidemiológicas y climáticas locales, creando edificaciones consideradas “joyas arquitectónicas”.
Desde Chile, se presentaron tres ponencias. Una se centró en la memoria histórica de la enfermería chilena en la década de 1970, analizando actas del Colegio de Enfermeras de Temuco para revelar cómo la profesión enfrentó la crisis sociopolítica, lidiando con el reconocimiento profesional, condiciones laborales precarias y la represión, mostrando resiliencia y estrategias de resistencia. Otra ponencia examinó la “Gota de Leche” del Hospital de Niños de Valparaíso (1912-1935) como un dispositivo médico-asistencial y pedagógico. Esta iniciativa, financiada por la caridad privada, buscaba reducir la mortalidad infantil promoviendo la “maternidad científica”, la higiene y la lactancia materna o artificial, educando a las madres en puericultura. Finalmente, se hizo un balance de la salud materna chilena en el siglo XX desde una visión hospitalaria, destacando el paso de la caridad al rol creciente del Estado (Servicio Nacional de Salud), los avances tecnológicos (anestesia, transfusiones, antibióticos) y las políticas de planificación familiar que redujeron la mortalidad materna y el aborto.
Se exploró el papel de las áreas verdes intrahospitalarias en Belém, Brasil, resaltando su contribución al confort físico y emocional de pacientes y trabajadores, fomentando la sociabilidad y la humanización del cuidado, y proponiendo una gestión más sensible de estos espacios como infraestructura esencial.
Un análisis de las contradicciones en el proyecto médico-social chileno (1960-1973) examinó las tensiones entre el desarrollismo, el rol centralizador del Servicio Nacional de Salud y las demandas gremiales médicas por mejoras salariales y la libre elección, influyendo en el modelo de salud hospitalario versus el ambulatorio.
Finalmente, se compararon las similitudes históricas entre la Cruz Roja Chilena y la Mexicana, evidenciando orígenes comunes en respuesta a conflictos armados (Guerra del Pacífico, Revolución Mexicana), su adhesión a los Convenios de Ginebra, y el papel fundamental de médicos militares, mujeres voluntarias y jóvenes en su fundación y desarrollo, guiados por principios humanitarios.
Conclusiones importantes para la historia hospitalaria:
- Transición de la Beneficencia al Estado como Eje Central: La historia hospitalaria evidencia un patrón recurrente de evolución desde modelos iniciales basados en la caridad y la filantropía, a sistemas de salud donde el Estado asume un rol protagónico en la provisión, financiamiento y planificación de la atención. Este cambio, impulsado por la “cuestión social” y la necesidad de una cobertura más amplia, implicó una redefinición del hospital como un espacio público y accesible.
- Colaboración Interdisciplinaria y Adaptación Tecnológica y Arquitectónica: El desarrollo de los hospitales modernos fue un esfuerzo colectivo que requirió la estrecha colaboración entre médicos, arquitectos, ingenieros y otros profesionales. Esta sinergia permitió la incorporación de nuevas tecnologías médicas (como la cobaltoterapia o los antibióticos) y la adaptación de diseños arquitectónicos a las necesidades sanitarias, climáticas y culturales específicas de cada región, impulsando la eficiencia y la complejidad de los servicios hospitalarios.
- Los Hospitales como Reflejo y Motor de Transformaciones Socio-Profesionales: Más allá de su función asistencial, los hospitales se convirtieron en escenarios clave para la reconfiguración de prácticas médicas, la creación de nuevas especialidades y comunidades profesionales (como la física médica o la enfermería moderna), y la promoción de modelos de salud integrales (como la “maternidad científica”). Estos espacios no solo respondieron a las dinámicas sociales y políticas de su tiempo, sino que activamente influyeron en la percepción pública de la salud y la enfermedad, el rol de los profesionales y la legitimación de ciertas ideologías (como el desarrollismo o la medicina social).
Los videos de las respectivas presentaciones pueden verlos aquí.